El proyecto tiene como principal objetivo establecer una consultoría fija para asesorar, de forma gratuita y personalizada, sobre diferentes aspectos relacionados con los cuidados, el diseño y el mantenimiento de los bonsáis.
¿Donde? En la UPM, E.U.I.T. Agrícola los invernaderos junto al edificio C.
¿Cuando? Ponerse en contacto antes de visitarnos vía mail; hospital_saburo_kato@hotmail.com
La iniciativa toma su nombre en honor a uno de los maestros japoneses más relevantes fallecido a principios del año 2008, y con él pretendemos acercar, a alumnos, profesores y a todo quien lo desee, este maravilloso mundo, y expandir esta vasta cultura y todo lo que a ella ligada se encuentre. En resumen, un paso más, que de resultar exitoso persigue la creación de la primera asociación de este tipo en la Universidad.

jueves, 26 de febrero de 2009

Shimpaku cap 7. El drama de los Shimpaku Itoigawa.

Había dejado un poco de lado las historias de los shimpakus por los exámenes y la celebración del taller, pero las retomo tal y como alguno de vosotros me pedís. Disfrutarla.
Shimpaku cap 7. El drama de los Shimpaku Itoigawa.

Al principio, los shimpaku recolectados en esta zona de los Alpes Japoneses no fueron llamados Itoigawa. Antes de la 2ª Guerra Mundial se llamaban Shimpaku Jyouetsu. Posteriormente llegaron a conocerse como Itoigawa pues se compraban y vendían en el templo Jikishi-in o en la peluquería Kiraku de Itoigawa.

El monte Kurohime formaba parte de la ciudad de Oumi-cho y el monte Myouji lo era del pueblo Otaki-mura según la antigua denominación. Pero estas no fueron las únicas montañas donde crecieron los shimpakus. También crecieron por ejemplo en grandes cantidades en el interior del cañón Kurobe al oeste, en las montañas que rodeaban Kaitani y Togakushi al este, en la cordillera Hakuba al sur y a lo largo de la costa de la isla de Sado, al norte. Los shimpakus recolectados en todas estas últimas zonas también se denominaron Itoigawa. El Shimpaku del noble Satake (ver capítulo 1) por ejemplo, se sabe que fue recolectado en Kaitani.

Los árboles de Katani se caracterizaron por tener hojas muy suaves y finas.
Los recolectados en las profundidades el cañón Kurobe llamados Uozu Shimpaku, eran tan buenos como los del monte Myouji en términos de calidad de sus hojas y valor artístico de sus troncos. El desfiladero Kurobe es el más profundo de Japón y se extiende a lo largo de 80 Km. Tiene simas de 1.500 y 2.000 metros de profundidad. Por otra parte, los árboles procedentes de Korenga-dake (alta montaña) de la cordillera Shirouma se llamaron “Renpaku” porque sus hojas tenían una textura gruesa y un color blanquecino…

Variedades de Shimpaku Itoigawa recolectados cerca del rio Itoigawa:
1. De la costa de la isla de Sado
2. De los montes Kurohime y Myouji
3. De Kaitani
4. Del cañón Kurobe o Uozu
5. Renpaku
6. De Togakushi

Aunque los Itoigawa se caracterizaban por tener una buena textura de hojas, no eran muy uniformes. Solo unos pocos especimenes tenían todas las características deseadas (el mejor color, la densidad de follaje y la esbeltez).

Hay una diferencia entre los Itoigawa y los Shikoku en relación con la forma del tronco. Generalmente, los Shikoku tienen un tronco que refleja tranquilidad con formas suaves y son muy apreciados por sus formas simples y al mismo tiempo profundas. No hay muchos grandes Shikokus pero son muy atractivos en maceta. Por otra parte, los Itoigawa tienen movimientos poderosos en sus troncos y magníficos sharis, existiendo muchos grandes especimenes.
El descubrimiento de los Itoigawa revolucionó la forma de ver los Shimpaku por los entusiastas del bonsai. En los Shimpakus de Shikoku, como ya comentamos, no se apreciaban los sharis. Sin embargo, tras la puesta en escena de los sharis de los Itoigawa, esta característica fue muy valorada. Los amantes de bonsai quedaron fascinados por las maravillosas formas creadas por la naturaleza y los recolectores persiguieron con afán los árboles mas “torturados”.

Itoigawa Obras Maestras durante su edad de oro (entre ellos está nuestro querido Fudo)

En torno a 1930, ya todos los Itoigawa que merecían la pena, habían desaparecido de las zonas donde era más fácil acceder, es decir, en terrazas o en zonas de pendientes suaves. Por ello había ya que subir o escalar a ciertas alturas donde un paso en falso podía costarle la vida a los recolectores. Es por esto que nuestros hermanos Tahei y Fukuji cada mañana, igual que los toreros rezan en la capilla de la plaza antes de salir al ruedo, lanzaban al cielo sus plegarias para volver sanos y salvos.

El mejor recolector de Shimpakus durante la era Taisho y en los comienzos de la Showa (1926…) fue Kumeji Ito, un nativo de Kotaki que ayudó a los hermanos Suzuki al principio (cuando aprendió un poco les dijo “hasta luego Lucas-san…”) y que era un excelente escalador. Kumeji se descolgó a menudo por acantilados que parecían no tener fondo (como el bolsillo de mi mujer). El recuperaba los especimenes partiendo las rocas con un cincel y un martillo, sacaba una pequeña cantidad de raíces y cortaba las raíces gruesas con una sierra.

Kumeji, recolectando sujeto a una cuerda (antes de la 2ª Guerra Mundial)

Como cada vez el material escaseaba mas, subió mucho el precio de los Shimpakus. Uno de los shimpakus que recuperó Fukuji Suzuki a finales de la década de 1920 fue vendido por 3.000 yen !!!. Con este dinero Fukuji se compró una mansión hecha enteramente con madera de Chamaecyparis lacada (imaginaros el lujo). El valor de los shimpakus siguió subiendo más y más lo que hacía que muchas personas se echaran al monte a buscarlos. Los shimpakus estaban cada vez mas altos y en sitios mas peligrosos pero cada vez valían mas y mas … Empezaron a conocerse accidentes cada vez mas frecuentes causados por la negligencia de gente no experta en estas lides pero que soñaban con una vida mejor (y la tuvieron en el otro mundo...). A las familias poderosas de Tokyo esto no les importaba, pagarían su precio sin más sin importarles lo alto que fuera.

Recolectores de shimpaku en la nieve (antes de la 2ª Guerra Mundial)
Con la entrada de Japón en la 2ª Guerra Mundial, cesaron las recolecciones, me imagino que ya nadie estaría dispuesto a pagar tales cantidades por un bonsai en época de crisis.
Tahei dejó su casa en Shimizukura y volvió a su casa de Shikoku. Cuando cumplió los 70 años abandonó la recolección de shimpakus. Quienes visitaron su casa en los últimos años de su vida dijeron que solo guardaba unos pocos bonsais. El y su hermano habían aprovechado la suerte que les había deparado el destino. Ambos disfrutaron de una larga vida de recolectores y lo que es mas, murieron en su cama (perdón en su tatami) cosa que no pudieron decir otros recolectores.

En el próximo capítulo hablaremos de “El suministro disminuyó y el peligro aumentó”.
Saludos a tod@s

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