El proyecto tiene como principal objetivo establecer una consultoría fija para asesorar, de forma gratuita y personalizada, sobre diferentes aspectos relacionados con los cuidados, el diseño y el mantenimiento de los bonsáis.
¿Donde? En la UPM, E.U.I.T. Agrícola los invernaderos junto al edificio C.
¿Cuando? Ponerse en contacto antes de visitarnos vía mail; hospital_saburo_kato@hotmail.com
La iniciativa toma su nombre en honor a uno de los maestros japoneses más relevantes fallecido a principios del año 2008, y con él pretendemos acercar, a alumnos, profesores y a todo quien lo desee, este maravilloso mundo, y expandir esta vasta cultura y todo lo que a ella ligada se encuentre. En resumen, un paso más, que de resultar exitoso persigue la creación de la primera asociación de este tipo en la Universidad.

martes, 27 de enero de 2009

Shimpaku cap 5.- El equipo de recolección de Tahei y su hermano Fukuji

Seguimos con el capítulo 5 de esta historia, gracias a los que dejais vuestros agradecimientos en los comentarios, y a los que leéis desde el anonimato también.

Shimpaku cap 5.- El equipo de recolección de Tahei y su hermano Fukuji.
Yo me imagino la situación. Tahei encuentra la gallina de los huevos de oro y piensa en sacar provecho antes de que nadie pueda arrebatarle el tesoro. Pero claro, el no puede solo y además debe hacerlo en el menor tiempo posible…
Cuando Tahei llevó por primera vez a su hermano pequeño Fukuji al monte Myouji este pensó que era un sueño (¿y quien no?). Allí había Shimpakus por doquier hasta donde le alcanzaba la vista.
En los primeros años, el y su hermano mandaban los árboles que recolectaban a Shikoku y trataban de enraizarlos allí. Pero como los árboles sufrían mucho por el largo tiempo que duraba el transporte hasta que eran trasplantados, su tasa de éxito fue muy baja.

Foto del Myouji sobre 1925

Alrededor de 1912, comprendiendo que algo tenían que hacer para garantizar la vida de los árboles recolectados, Tahei se trasladó a Shimizukura que está a los pies del monte Kurohime y Fukuji a Kotaki a los pies del Myouji, así ellos podían recoger los Itoigawa y trasplantarlos enseguida. También llamaron a Aikichi Ozaki de su comunidad nativa de Shikoku para que les ayudara a formar los árboles una vez estuvieran bien enraizados. También llamaron a otras personas locales para que les ayudaran a recolectar los shimpakus. Un joven llamado Kumeji Ito (desisto ya de colocar nombre y apellido en orden) de Kotaki que les ayudó desde el principio destacó mucho por sus habilidades.

A mi esta foto del taller de Tahei me parece salida del mejor de mis sueños…

Durante la era Taisho (1912-1926), debido a la gran abundancia de shimpakus, los hermanos Suzuki solo recolectaban los mejores ejemplares. Si bien sobrevivieron muchas obras maestras también otras perecieron.
Una de las razones de que murieran es que los shimpakus que crecían en los acantilados habían extendido sus raíces profundamente incluso dentro de las grietas de la roca. Era una suerte cuando se podía apartar las piedras y rocas y sacar parte del cepellón pero en la mayoría de los casos se arrancaba únicamente el tronco del árbol ¡!!!.
Otro problema era que la época en la que se recuperaba no era la más adecuada. Por suerte los robustos shimpakus eran muy agradecidos e incluso un trozo de raíz era capaz de sobrevivir y seguir creciendo. Pero claro las probabilidades de sobrevivir eran mucho más escasas si la recuperación se realizaba en invierno. Y en pleno invierno y con las montañas nevadas se seguían recolectando, exponiendo a los árboles a estas condiciones tan extremas.
Además tenían otro problema con el sustrato usado para plantar los árboles. Tahei había obtenido una gran cantidad de arena de Kiryu (ciudad cercana a Kanuma donde se producen los sustratos akadama y kanuma). Pero esta arena era ligeramente ácida. Como los shimpakus Itoigawa crecían naturalmente en tierra caliza les era muy difícil adaptarse a este nuevo sustrato.
En esto se diferenciaban de los shimpakus Ishizuchi que fueron encontrados en rocas de olivino (silicatos de hierro y magnesio).


Un shimpaku “mordiendo” la piedra caliza

Teniendo en cuenta que la recolección de shimpakus era un grandísimo negocio, mucha gente fue a recuperarlos aún sin tener ni idea de cómo cuidar una planta. En algunos casos los especimenes con menor calidad eran también arrancados y desechados (¿para leña quizás?)
“Si los shimpaku Itoigawa se hubieran descubierto treinta años mas tarde…” se lamentaba Kataoka Michio, “la historia habría sido diferente”. Algunas piezas maestras de primera categoría desaparecieron sin piedad (por lo que nos están contando creo que es muy optimista la palabra “algunas”, yo me atrevería a decir que muchas sirvieron para calentarles las manos a los recuperadores, si me hubieran dado al menos un par de ellas…).
En 1910, Tahei recuperó el famosísimo Fudo pero esa historia ya la conocemos…

El próximo capítulo tratará de la misteriosa relación entre los shimpakus y el jade.

Saludos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas personaje, ¿que tal todo? molan las historietas estas, a ver cuando subes el capítulo 6 jejeje. Por cierto ya te mandaré fotos de lo último que me he ajenciado, se te van a poner los piños largos :p
Un abrazo, Artur.

Kato dijo...

Hombre chaval!! cuanto tiempo, yo ando liado ahora de exámenes asi que se hace lo que se puede ¿tu que tal todo? Cagüen... que te has pillado esta vez que miedo me das. ¿Bajarás a Madrid en Marzo? Si bajas dímelo y quedamos para tomarnos algo.
Un abrazo.