El proyecto tiene como principal objetivo establecer una consultoría fija para asesorar, de forma gratuita y personalizada, sobre diferentes aspectos relacionados con los cuidados, el diseño y el mantenimiento de los bonsáis.
¿Donde? En la UPM, E.U.I.T. Agrícola los invernaderos junto al edificio C.
¿Cuando? Ponerse en contacto antes de visitarnos vía mail; hospital_saburo_kato@hotmail.com
La iniciativa toma su nombre en honor a uno de los maestros japoneses más relevantes fallecido a principios del año 2008, y con él pretendemos acercar, a alumnos, profesores y a todo quien lo desee, este maravilloso mundo, y expandir esta vasta cultura y todo lo que a ella ligada se encuentre. En resumen, un paso más, que de resultar exitoso persigue la creación de la primera asociación de este tipo en la Universidad.

miércoles, 21 de enero de 2009

Shimpaku cap 3.- Recolección del Shimpaku Ishizuchi.

Pues vamos con el tercer capítulo, aquí os lo dejo

Shimpaku cap 3.- Recolección del Shimpaku Ishizuchi.
Al principio de su popularidad, los Shimpakus estaban por todas partes en los montes Ishizuchi y no se necesitaban muchas herramientas para recolectarlos. Así que cualquiera podía hacerlo con mucha facilidad. Pero ¡ay amigos! la demanda comenzó a subir y subir y las recolecciones se multiplicaron. Por aquel entonces no había ningún tipo de restricción para recoger los árboles de las montañas y coleccionistas de todo Shikoku fueron en tropel a recolectar. No solo iban ya los que pudiéramos llamar profesionales, sino también todos los aficionados a los bonsais y lo que es peor, los que querían sacar dinero rápido. El resultado fue que en tan solo 20 años el Shimpaku Ishizuchi fue virtualmente extinguido. Incluso se atrevieron a recolectar los existentes en la parte trasera izquierda del monte Besshi y los que estaban en los acantilados.
Los recolectores iban a la montaña en parejas. Cada uno llevaba dos cuerdas finas y dos gruesas y un pico (piolet) como el de la foto.

El pico es un instrumento muy funcional pero al mismo tiempo muy peligrosa en manos inexpertas.
Uno de los dos (el recolector) ataba una de las cuerdas a un árbol en la cima del acantilado y bajaba usándola como línea de vida (es decir que si se caía quedaba colgando). La otra persona miraba hacia abajo del acantilado con unos prismáticos para buscar algún Shimpaku apropiado. Una vez avistado le daba instrucciones al recolector de donde estaba y por donde tenía que ir. Este se ayudaba con el pico para moverse por la pared del acantilado. A veces tenía que darse impulso o columpiarse en el aire para acceder al lejano rincón donde estaba el árbol (me recuerda al Sr Miyagi en Karate Kid 3).
Era muy peligroso pues si se rompía la cuerda (habría que ver como debían estar) era el fin para el pobre desgraciado. Al llegar a la planta, apartaba las piedras o rocas que le molestaran, descubría las raíces y liberaba el árbol cortando con el filo del pico las raíces mas profundas.
Durante el periodo de 1903 a 1908 se produjeron muchos accidentes donde tanto el recolector como su pareja se precipitaban ambos por el abismo. La mayoría de las víctimas eran mineros de la mina de cobre de Besshi, empleados de los ricos comerciantes o cualquier otro que lo intentaba sin ser profesionales del bonsai.
En la primera década del siglo XX, el precio de un Shimpaku Ishizuchi era de entre 200 y 1000 yen. Hoy en día correspondería a varios millones de yen (que barbaridad para aquella época). Es natural que la gente arriesgara la vida por tan preciado tesoro. Algunos de los recolectores que apreciaban mucho estos bonsais no los vendían y por lo tanto se pueden encontrar grandes colecciones en gente normal y corriente de Takamatsu, Niihama, Saijyou y Imabari.
Aunque Kuransouke Fujita de Niihama Tahei Suzuki de Doi (si tenéis buena memoria recordareis que fue el que recolecto al célebre Higurashi) y otros eran conocidos por ser recolectores famosos, hubo innumerables semiprofesionales que hacían negocio a gran escala con los comerciantes de Takamatsu. Sin embargo hacia el final de la era Meiji (1912) cuando se extinguió el Ishizuchi hubo quien cruzó el mar para buscar los shimpaku coreanos. Por ello, en los alrededores del año 1908 casi todos los Shimpaku vendidos en Takamatsu eran koreanos. Sin embargo estos shimpakus koreanos fueron llamados Shikoku pues por su calidad eran difíciles de diferenciar de los de aquella zona. Se propagaron por tanto especimenes de Kyushu, Yamato, Kishu, Koushu, etc. Cuando corrió la noticia de que había shimpakus disponibles se desplegaron los efectivos de recolectores-distribuidores de Shikoku para buscar nuevas áreas de recuperación donde el shimpaku creciera libremente. Este grupo de buscadores sabía perfectamente el valor de los árboles y habían adquirido todos los conocimientos necesarios para recuperarlos.
La recogida de estos árboles era como la caza, una vez que le habían cogido el gusto la gente no era capaz de volver a sus trabajos estables en granjas, comercios, etc y estaban siempre vagando en busca de una nueva presa. Se convirtió casi en imposible encontrar ya más árboles.
Sin embargo hubo un hombre con una extraordinaria suerte (al saber llaman suerte). Se trata del ya famoso Tahei Suzuki (el de Higurashi) pero su historia vendrá en el próximo capítulo.

Saludos

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